Cuantas veces has sembrado, regado y justo en el momento de recoger cual vendaval se lo ha llevado...
Oyes como la brisa del viento se ha llevado todo en lo que en un momento de tu vida, pusiste tanta ilusión. ¿ Cómo algo que no se ve, ni se predice, ni se busca, puede poner fin a aquéllo en lo que un día creíste?
Notas como todo lo que a tu alrededor se encuentra se va desmoronando, dejando todo vacío y tú, en silencio limitándote a escuchar como tu respiración se acentúa, como queriendo coger el último alo de vida. Puedes observar cómo una pequeña rama de un árbol, lucha por mantenerse adherida al gran tronco de éste; sí ése que le protege y que poco a poco le hace crecer.
Oyes como la brisa del viento se ha llevado todo en lo que en un momento de tu vida, pusiste tanta ilusión. ¿ Cómo algo que no se ve, ni se predice, ni se busca, puede poner fin a aquéllo en lo que un día creíste?
Notas como todo lo que a tu alrededor se encuentra se va desmoronando, dejando todo vacío y tú, en silencio limitándote a escuchar como tu respiración se acentúa, como queriendo coger el último alo de vida. Puedes observar cómo una pequeña rama de un árbol, lucha por mantenerse adherida al gran tronco de éste; sí ése que le protege y que poco a poco le hace crecer.
Dentro de ese silencio, escuchas el cantar de los pájaros que meroden como queriéndote llevar de nuevo a la vida, despertándote, guiándote hacia un nuevo camino. Comienzas a andar siguiendo su destino, sin dejar de mirar atrás temblorosa, con miedo de no saber que va a ser de todo lo que allí dejas: ilusiones, ganas, felicidad, pero sigues caminando, notando ahora como aquel viento que te hizo entristecer roza tus labios cual queriendo hacer de ellos una bonita sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario