Cómo una ilusión que toca a la puerta y entra sin pedir permiso y se va yendo tan poco a poco y de forma tan sigilosa que por mucho que te des cuenta será imposible atraparla para que siga ahí. Ella decide cuando entra, ella decide cuando se va....
Igual que el miedo se va apoderando de tu cuerpo, paralizando todos tus posibles movimientos, dejándote sin una respuesta alternativa, tan sólo dejándote a merced del tiempo, de que el viento te arrastre, o de que te quedes anclado en el suelo cual espantapájaros, tan sólo viendo la vida pasar, sin arriesgar, sin vivir.
Las dudas colonizan tus pensamientos, luchando contra cualquier acto impulsivo, y en el caso de que este sea más fuerte y consiga realizarse, el consecuente cargo de conciencia empieza a aferrarse a tu mente.
Siento que voy a dar de lado al fracaso, quiero disfrutar de todo momento que me rodea, voy a deshechar cualquier sentimiento de tirar la toalla y voy a abrazarme a esa cuerda hasta que decida romperse, luego seguiré mi camino...mi camino hacia otro momento.
Hoy voy a mirarme al espejo y voy a ver que soy yo, la misma de ayer, de hoy y de mañana pero siempre yo.
Lucharé hasta donde pueda pero LUCHARE sin dejar que el rencor me atrape....
Lucharé hasta donde pueda pero LUCHARE sin dejar que el rencor me atrape....
No hay comentarios:
Publicar un comentario