De pie, tras el stand veo las horas pasar o más bien los minutos que se hacen horas, deseando que pasen 4 horas que se hacen días, o que todo lo que tengo que dar desaparezca, no puedo evitar pensar en mi y en lo tranquilo que están ahora mis pensamientos. Hace semanas que no sueño con nadie, que no me despierto y me viene la imagen de nadie, que me acuesto y me agarro las manos para no mandar un mensaje.
Y esta tranquilidad, que me gusta, echa de menos tener ese juego.
Y esta tranquilidad, que me gusta, echa de menos tener ese juego.
Mi cerebro no para de segregar endorfinas, las carcajadas inundan cada momento de mi vida, no le temo a mirarme frente a un espejo y reírme de mí, de mis defectos, de mis virtudes, de mis meteduras de pata de la noche anterior. No puedo evitar tirarme por el suelo y reírme de los mensajes que mandé y cagarme en mensamanía y los mensajes gratis, ¡ellos tienen la culpa!de la copa que me faltó en la mano o la que me sobraba para que hiciera aquella cosa, pero hoy voy a reirme no voy a cargar mi cabeza de inseguridad, no voy a dar cargo de esa cosa que llaman conciencia…….
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