Hoy tan solo pienso en sumergirme en cosas superficiales. Intento suplir el dolor que hay en mi con faldas, botas y camisetas nuevas. Son las 1230 de la noche y hay mil ventanas abiertas en el ordenador, una película de amor que no veo, incluso ni escucho, solo oigo el ruido de sus voces.
Abro mil veces el Facebook deseando que esa persona se conecte y abra mi ventana y diga tan solo un hola, necesito desconectar y hablar con alguien de fuera.
No puedo evitar pensar que justo a mis espaldas te encuentras tumbada en el sofá esperando el momento en que levante de la silla que hay frente al ordenador para pegar un botecito para llegar al suelo y seguirme tras las escaleras sigilosamente nunca delante mía, siempre detrás escuchando el taca taca de tus patitas y el clin clin clin del cascabel tras de mi. Ese cascabel que sabias hacerlo parar cuando te interesaba.
ME encantaría parar de escribir y bajar la mano para acariciarte, por que no paras de gemir, intentando llamar mi atención inútilmente para que te lleve a beber agua. Egoísta de mi intento tranquilizarte hasta que no me quede mas remedio que llevarte y subirte a tu bebedero de lujo “el lavabo” como mirabas para atrás esperando que le diera al grifo y como después me mirabas para que te ayudara a bajar.
Llegaste a mi vida un tanto como te has ido solo que esta vez no es un susto, no estás dormida, aun recuerdo el día que te tuve ente mis brazos o entre mis manos por que tu tamaño no superaba la palma, y que por mucho que te zarandeara no te inmutabas tanto que ni tu respiración podía sentir, hasta el punto de pensar que te habías muerto.
Hoy es diferente hoy te he tenido entre mis brazos con los ojos bien abiertos, eso si casi con la movilidad de aquel momento, tan frágil, tan pequeña, pero me mirabas como sabiendo que algo iba a pasar. Que mis lágrimas esta vez no venían de cosas exteriores como otras veces y que esta vez era por ti. Hoy te di el último abrazo, el último beso, y te has ido para no volver, para no tocar a la puerta para que te abra.
Hoy he llegado a casa he abierto la puerta sin esperar que estuvieras ahí, he ido al salón y no había rastro de ti, ni de tu cuna, ni nada, estaba vacío.
Sentada en el sofá esperaba que estuvieras acomodada en el otro, sobre tu cojín o aquel que hiciste tuyo como cada hueco de la casa, y temía mirar y no verte.
Lo peor de todo es que hoy me voy a acostar esperando encontrarte por algún lugar de la casa, Voy a ver la puerta de la cocina abierta esa puerta que no se volvera a cerrar para que no te escapes. Voy a entrar a mi cuarto y no te voy a ver totalmente dormida echada sobre la almohada.
Hoy se me ha caído el primer trozo de jamón al suelo y luego me he dado cuenta que ya nadie vendría a cogerlo rápidamente. Hoy me ha sobrado la corteza del queso. Hoy tan solo han pasado unas horas y ya te echo de menos.
Supongo que ya habrás llegado…..no tengas miedo seguro que hay alguien cuidándote. Si es ella, esa persona de la que te he hablado tantas veces. Descansa pequeña, descansa…….
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