lunes, 24 de septiembre de 2012

25

Parece ser que ayer fue mi 25 cumpleaños. 25 años de vida o lo que llamamos un cuarto de siglo. Muchas cosas en la cabeza y muchas cosas que planear y cambiar. Ya no estoy en mis tempranos 20 y estoy casi más cerca de los 30. Ya no vale perder el tiempo, dar vueltas alrededor de todo. Todo lo que haga ahora tiene consecuencias y todo lo que empiece a conseguir desde ahora lo tendré a mis 30. Ciertamente lo que más me preocupa es mi carrera profesional, mis ganas de crecer profesionalmente y ahora mismo tengo un año en el que tengo que conseguir moverme a lo que quiero y empezar a trabajar duro para lograr el éxito profesional. El número 25 me hace pensar que llevo dos años en esta maravillosa ciudad, Londres, cuando llegué a mis 22 con una mano delante y la otra detrás, diciendo tengo un mes para encontrar trabajo. Todo eso paso un 14 de septiembre y al poco tiempo estaba celebrando mis 23 llena de ilusión y ganas de explorar esta ciudad. Quizás personalmente no me haya notado un cambio, sobre todo a lo que el mundo de la noche se trata, sigo siendo esa loca incontrolable, aunque he de decir que estoy amoldando horarios londinenses y ya pocas veces voy a la cama más tarde de las 3 de la mañana. Aunque bueno quizás miento un poco en lo de cambiar, creo que ahora soy un poco más fría y más independiente de lo que era antes. He aprendido que mi alma gemela soy yo y que nadie me entiende cómo yo a mi misma. Mis largas conversaciones con mi subconsciente intentando dar productividad y siendo tanto mi mayor apoyo como mi peor enemiga. Y es que a veces nosotros mismos somos más duros con nuestro ser que el resto del mundo. Que cruel puede ser a veces tu mente. Seguimos cometiendo los mismos errores que cuando teníamos 18, pero ahora el dolor quizás pasa antes, o no. O quizás ya a veces estás tan decepcionada con ciertos aspectos de la vida que nunca producirán ningún cambio en ti.

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